Camila Borda se sumó a la larga lista de mujeres asesinadas en Argentina y el caso continúa conmocionando al país por su brutalidad. Según reconstruyeron los investigadores, la nena de 11 años salió de su casa el domingo a las 11.30 para ir a comprar cigarrillos para sus familiares.
A las 13, la madre, ya desesperada, hizo la denuncia por la desaparición. A las 16, la encontraron muerta en la casa quinta que cuidaba José Carlos Varela con una bolsa en la cabeza y un cable en el cuello. A pocos metros estaba la bicicleta con el atado de cigarrilos en el canasto.
El hombre intentó una débil coartada cuando llegó la policía. "A ese baño no se puede entrar", dijo cuando le preguntaron por lo que había en el piso superior de la casa.
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Si bien rumores indican que vecinos escucharon los gritos de la nena y eso permitió llegar a la quinta, la investigación confirma que Varela la mató a los pocos minutos de atraparla. “El crimen sucedió poco después de la desaparición”, reiteraron fuentes del caso a Clarín.
Aún resta saber si la engañó para llevarla al lugar del crimen o la raptó por la fuerza. Pocas horas después, la autopsia preliminar comprobó el abuso sexual y el paro cardiorrespiratorio por asfixia mecánica.
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Las pruebas permitieron confirmar otro dato espantoso: el asesino desnudó a Camila, la violó y la obligó a volver a vestirse. Luego cometió el homicidio por el que hoy está en la cárcel en absoluto silencio. “El tipo no dice nada, nadie se imaginaba el monstruo que se escondía detrás de este hombre", repiten quienes lo pudieron ver.