Olga Inés Moyano tenía una marca a punta de cuchillo en su espalda. El asesino se la escribió antes de desechar el cuerpo a un contenedor. El único sospechoso fue detenido en San Francisco.
Cerca de las 14 los albañiles trabajaban duro en la loza del edificio de 24 de setiembre y Ovidio Lagos en barrio General de Paz, con 33º a la sombra. Y de repente ¡boom! explotó el Renault 9.