Minutos antes de su sentencia final, solicitó a través de su abogado que su ejecución sea diferente a la estipulada. El asesino está acusado de cometer un delito aberrante.
Varios delincuentes armados entraron a una casa del condado de Gwinnett, Georgia, en la madrugada del 16 de septiembre. Pero la dueña de casa los sacó a los tiros.