Vivió una verdadera odisea en el aire y aún no pudo regresar a la Argentina. Sus valijas se extraviaron y allí tenía los fármacos que necesita para que su enfermedad no empeore.
El ardid llamó la atención del profesional y sus allegados. Le accedieron a la lista de contactos y hasta falsificaron recetas. "Me preocupa mucho", admitió Luis Allende.