Las vacaciones de Ella Pick fueron de la mejor manera hasta que regresó a su casa. Se había tomado unos días y viajó a Grecia junto a un grupo de amigas. A la vuelta, sin imaginarlo, su vida cambió por completo en un instante.
Ocurrió que la joven británica de 19 años, que reside en la ciudad de Boston, no paraba de tener dolor de cabeza. El malestar era constante y ella siempre creyó que podía ser la resaca y las consecuencias de las vacaciones.
“Todos estábamos pasando el mejor momento. Entonces no me sentí exactamente mal, simplemente no me sentía yo mismo. No bebía tanto ni salía tanto”, reveló en diálogo con el medio The Sun.
Pero un día salió a buscar ayuda médica urgente porque la migraña no se iba y sufrió una leve desviación de su ojo izquierdo. “La presión en la parte posterior de mi cabeza era terrible”, recordó sobre el momento en que fue al hospital.
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Después de una serie de estudios, los médicos le dieron una cruel noticia que cambió su vida para siempre: tenía un tumor cerebral incurable e inoperable.
Incluso los profesionales le dijeron que le quedaban 12 meses de vida. “Me sentí completamente entumecida. Todavía no lo siento real. Todos los que me rodean están sufriendo más que yo”, aseguró la joven.
Pese al durísimo pronóstico, Ella se aferra a la esperanza y afirma que está dispuesta a realizar cualquier tratamiento que pueda ayudarle. “No pueden decir exactamente cuánto tiempo me queda porque no puedo hacerme una biopsia debido a dónde está el tumor... simplemente estamos tratando de aprovechar al máximo el tiempo que tenemos”, explicó.
Y cerró con una profunda reflexión: “Nunca esperas que algo así suceda a los 18 años. Es como una película. En realidad, no lo he asimilado a pesar de que lo sé desde hace nueve meses... Solo estoy tratando de alejarme lo más posible y mantener una actitud positiva”.