Una familia de Reino Unido está devastada tras la muerte su bebé. El pequeño “no paraba de sonreír” y lo llevaron más de 10 veces al hospital para que le dieran un diagnóstico. Pero los médicos jamás se dieron cuenta que tenía una extraña afección cardíaca y murió.
El terrible caso ocurrió en Kent, un pequeño pueblo al sur de Londres. Los padres denunciaron ante la Justicia inglesa a los profesionales que atendieron a Archie Squire, de un año.
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De acuerdo a lo que contaron Lauren Parrish y Jake Squire a The Sun, su hijo no dejaba de sonreír. La simpatía no era la razón si no que se debía a una rara afección que afecta a unas 50 personas en el mundo.
La patología fue descubierta después de que Archie murió, aunque antes había presentado síntomas de estreñimiento y falta de aire. Pese a que lo llevaron en reiteradas oportunidades al hospital, les decían que tenía bronquiolitis crónica.
Causas
El desenlace fatal fue en noviembre pasado, cuando el pequeño tuvo estreñimiento con vómitos y lo volvieron a llevar a la guardia. Tres días después de su 1° cumpleaños, sufrió dos paros y falleció.
Fue entonces que Archie fue sometido a una autopsia y se descubrió que tenía una inversión ventricular cardiaca aislada. Podría haber sido encontrado en el embarazo, con una ecografía fetal que tiene 100 por ciento de efectividad.