Aldo Uano nació el 11 de agosto de 1923 en la región italiana de Friuli. Hace décadas se vino a vivir a Argentina y a pesar de sus 101 años de edad se mantiene más vigente que nunca: tiene novia, aprendió computación, tiene perfiles en Facebook e Instagram y mantiene a flor de piel su pasión por el arte.
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“Lo tuve siempre, desde chiquito. En casa o en el colegio empezaba a dibujar y no paraba. Hacía paisajes, montañas, árboles y flores”, explicó en otra entrega de “Nuevas Longevidades” de Noticiero Doce.
La escritura y el dibujo lo acompañaron durante toda su vida, incluso en los momentos más oscuros en la Segunda Guerra Mundial, en donde estuvo preso del ejército nazi. “Hasta ahora hago cositas. Tengo que tener siempre algo en la mano para escribir o dibujar. El arte ha sido mi vida, siempre hay algo que me gusta hacer. No voy a perder ese afán de dibujar”, expresó.
Tal es la vitalidad de Aldo que desde que llegó al hogar de adultos mayores en donde está instalado, todos lo acogieron con cariño. “Vino hace un mes y medio, lo trajo la hija, que se fue de vacaciones. Cuando ella volvió a buscarlo no quiso irse, se quiso quedar porque compartía momentos con amigos que había hecho. Le encantó y no quiso saber nada con irse”, contó Melinda, una de las cuidadoras del lugar.
En ese marco, es importante destacar la preparación de las residencias geriátricas en relación a la capacitación y profesionalización de los trabajadores para el óptimo desarrollo de los adultos mayores. “Ellos son especiales, siempre nos dejan una enseñanza. Creo que hay que acompañarlos”, aseguró la asistente.