Para miles de argentinos las vacaciones en la playa son una de las experiencias más esperadas del año. Ya sea que se planee relajarse bajo el sol, practicar deportes acuáticos o simplemente por el gusto de disfrutar de la brisa marina, es fundamental prepararse bien para aprovechar al máximo cada día. Sin embargo, muchas veces olvidamos pequeños detalles que pueden marcar la diferencia entre unas vacaciones espectaculares y una experiencia innecesariamente incómoda.
Desde la elección del destino hasta la organización del equipaje y el cuidado de la piel, hay varios aspectos que debés tener en cuenta antes de partir. En esta nota, te contamos cómo sacarle el jugo a tus vacaciones en la playa, con consejos prácticos para que disfrutes sin preocupaciones y aproveches cada momento al máximo.
Preparativos esenciales para tus vacaciones en la playa
Para que tu estadía en la playa sea un viaje de placer, es importante organizarse con anticipación. Hacer una lista de lo que vas a necesitar puede ayudarte a que no te olvides nada y evitar gastos innecesarios en el destino. Desde la ropa adecuada hasta los accesorios esenciales, cada detalle va a contar.
Uno de los elementos más importantes es el calzado. Unas buenas zapatillas playeras son primordiales para que puedas moverte con comodidad sobre la arena y evitar quemarte los pies con la arena caliente. A diferencia de las ojotas tradicionales, unas zapatillas playeras tienen mejor agarre y protección, lo que las hace ideales para caminar cerca de las rocas o explorar la costa sin preocupaciones.
Es clave elegir la ropa adecuada para la playa. Elegí prendas livianas, transpirables y de secado rápido, como por ejemplo vestidos sueltos, shorts, camisetas de algodón y unas zapatillas Kalenji o Puma. Si planeás hacer actividades acuáticas, llevá una maya cómoda y una remera UV que te proteja del sol.
No te olvides de los productos de cuidado personal. El protector solar es un imprescindible, así como los lentes de sol y un sombrero de ala ancha para resguardar tu piel del sol intenso. Además, llevá una botella de agua reutilizable para mantenerte hidratado durante todo el día.

Consejos para un día perfecto en la playa
Una vez que llegues a la playa, hay algunos trucos que pueden hacer que tu jornada sea mucho mejor. Elegir un buen lugar para instalarte es clave. Y para eso, es necesario que tengas sombra. Buscá un espacio con algo de sombra natural o llevá una sombrilla grande para protegerte en las horas de mayor radiación solar.
La organización de tu bolso de playa también puede marcar la diferencia. Guardá lo esencial en compartimentos separados para encontrar todo más rápido. Si te gusta ubicarte cerca de la orilla, llevá una bolsa impermeable para guardar objetos de valor y evitar que se mojen con la arena o el agua.
Si querés disfrutar del mar sin preocupaciones, nunca dejes de respetar las indicaciones de los guardavidas y conocer las condiciones del oleaje. No te metas al agua si hay bandera roja o ya no hay guardavidas, y tené cuidado con las corrientes de resaca.
Por último, no te olvides de la música y la comida. Llevar una playlist ya armada con tus canciones y una heladerita con lo que quieras tomar y comer para poder quedarte todo lo que quieras en la playa. Frutas frescas, frutos secos y sándwiches livianos son algunas buenas opciones para comer en la playa sin que te caiga pesado.
Salud y seguridad durante tu estancia
Disfrutar de la playa también implica cuidar de tu bienestar. La exposición prolongada al sol puede generar quemaduras, insolaciones y golpes de calor, por lo que es muy importante tomar precauciones. Aplícate protector solar cada dos horas y buscá refugio en la sombra en los momentos de mayor calor y exposición de rayos UV. Chequear el índice de radiación es una manera de saber si es o no peligroso exponerse al sol.
La hidratación es otro punto clave. Tomá suficiente agua a lo largo del día, incluso si no sentís sed, para evitar la deshidratación. Evitá el consumo excesivo de alcohol, ya que el consumo de alcohol deshidrata, contribuyendo a la pérdida de líquidos y aumentando el riesgo de insolación.
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Si tenés piel sensible, usá ropa de manga larga y tejidos livianos para evitar la irritación que provoca la sal y la arena. También es una buena idea enjuagarte con agua dulce después de estar en el mar para eliminar los restos de sal y evitar que la piel se reseque.
Otro aspecto a considerar es la seguridad en el agua. Si vas a nadar, asegurate de hacerlo en zonas habilitadas y no alejarte demasiado de la orilla, sobre todo si no sos un nadador experimentado. Si viajás con niños, mantenelos siempre bajo supervisión y usá chalecos salvavidas si es necesario.
Actividades imperdibles para aprovechar al máximo tu viaje
Las playas no solo ofrecen la posibilidad de relajarse, sino también de disfrutar de diversas actividades. Aprovechá para probar deportes acuáticos como el surf, paddle surf o kayak, que te permiten conectar con el mar y ejercitarte al mismo tiempo.
Si preferís algo más tranquilo, una caminata al amanecer o al atardecer puede ser una experiencia increíble. El contacto con la naturaleza y el sonido del mar ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Además, si la playa lo permite, podés recolectar caracoles o hacer fotos del paisaje.
Las excursiones en barco también son una gran opción. Muchas playas ofrecen paseos para conocer lugares inhóspitos de la playa, como los cementerios de caracoles o las reservas naturales de médanos. Averiguá con anticipación qué opciones están disponibles en la localidad a la que vayas.
Por último, si viajás con amigos o familia, no se pueden obviar los juegos en la arena, que son una forma divertida de pasar el tiempo. El vóley de playa, el tejo, la pelota paleta o una simple ronda de cartas en la sombrilla también son actividades que suman para hacer de las vacaciones un momento inolvidable.
Cómo cuidar el medioambiente mientras disfrutás de la playa
Si bien las playas son destinos naturales hermosos, el impacto del turismo afecta seriamente el ecosistema si no se toman medidas de cuidado. Para disfrutar sin dañar el entorno, es importante adoptar hábitos responsables.
Uno de los principales problemas en las playas es la basura. Llevá siempre una bolsa para tus residuos y asegurate de no dejar nada en la arena. Evitá el uso de plásticos desechables y optá por botellas reutilizables y recipientes ecológicos.
El uso de protector solar también puede afectar la vida marina. Algunos productos contienen químicos que dañan a algunas especies acuáticas, por lo que es recomendable optar por protectores biodegradables y libres de oxibenzona.
Si te gusta explorar la vida marina, hacelo con respeto. Evitá tener contacto con animales grandes como lobos marinos, no alimentes a los peces y no extraigas delfines o almejas, que son especies protegidas. Recordá que cada elemento en la playa cumple una función en el ecosistema.
Por último, si ves basura en la arena o en el agua, levantala, aunque no sea tuya. Pequeñas acciones pueden hacer una gran diferencia en la conservación de estos espacios naturales.