El mundo de la astronomía está atento a una nave rusa que fue lanzada hace 53 años y ahora está a punto de caer sobre la Tierra. Es parte del Kosmos 482, un satélite desarrollado en el marco de una misión especial que no logró los resultados deseados.
La sonda era dirigida a Venus pero no logró la velocidad requerida para ingresar en una trayectoria de transferencia hacia ese planeta. Su despegue se realizó el 31 de marzo de 1972 desde el puerto espacial Cosmódromo Baikonur, en Kazajstán.
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Al poco tiempo la nave se rompió en cuatro partes y dos fragmentos pequeños reingresaron sobre Ashburton, Nueva Zelanda, dos días después del lanzamiento, informó el sitio especializado Gizmodo. Otras piezas quedaron en una órbita más elevada.
Lo que podría caer en los próximos días sería el módulo de aterrizaje, según alertó Marco Langbroek, un seguidor de satélites que reside en Países Bajos. “Como es un módulo de aterrizaje diseñado para sobrevivir el paso por la atmósfera de Venus, es posible que sobreviva intacto el reingreso a la atmósfera terrestre y que impacte en perfecto estado”, señaló.

Por otro lado, reconoció que es difícil determinar la fecha exacta del reingreso de la nave a la atmósfera terrestre pero calculó que podría ser el 10 de mayo. Tampoco pudo fijar dónde se precipitará.
“Los riesgos son similares a los de un impacto de meteorito”, describió.