Un grupo de científicos de la Universidad de Utah encontró señales claras de una explosión cósmica en el pasado remoto de América del Norte. En tres sitios arqueológicos de California, Arizona y Nuevo México en Estados Unidos, identificaron partículas minerales que solo pueden formarse bajo condiciones de presión extrema, similares a las generadas por explosiones de meteoritos en la atmósfera.
El hallazgo se centra en un tipo de cuarzo que aparece cuando las rocas son violentamente comprimidas y calentadas en milésimas de segundo. Este tipo de material, que se encuentra también en lugares de impacto conocidos como cráteres o zonas de pruebas nucleares, coincide en antigüedad con la desaparición de animales gigantes como los mamuts y de una sociedad avanzada conocida como la cultura Clovis.
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Los investigadores hallaron artefactos, restos de fauna y huellas humanas justo por debajo de una capa de sedimentos oscuros, señal de un cambio abrupto en el ambiente.
En uno de los sitios se descubrió un mamut faenado por humanos, lo que sugiere que estas comunidades fueron testigos —y víctimas— del desastre.
El evento, ocurrido alrededor del 10.800 A.C., habría causado incendios masivos, bloqueado la luz solar y disparado un enfriamiento global que duró más de un milenio. El estudio, publicado en la revista PLOS ONE, sostiene que un cometa de gran tamaño explotó en el cielo, desencadenando un caos climático y marcando el final de una era tanto para la fauna como para las personas que habitaban el continente.