El Ministerio de Salud de Córdoba confirmó dos muertes por el Síndrome Urémico Hemolítico en lo que va del 2024 en el territorio provincial.
Las víctimas, sin nexo entre sí, fueron un nene del Departamento Río Cuarto y otro de la provincia de Buenos Aires que estaba de vacaciones en Córdoba.
En solo cinco semanas del presente año, ya se registraron siete casos en total del “mal de la carne cruda”. Todos son menores de 7 años: cuatro de la capital, uno del Departamento Río Cuarto, uno de San Justo y uno oriundo de Buenos Aires. En esa cifra se encuentran las víctimas informadas.
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De acuerdo al comunicado de la cartera sanitaria, los otros cinco afectados requirieron atención e internación en centros de salud de la provincia, y ya se recuperaron favorablemente.
El Síndrome Urémico Hemolítico es una grave enfermedad causada por la bacteria escherichia coli que se encuentra en el intestino de las vacas y otros animales de granja. Se presenta con mayor frecuencia en niños menores de 5 años, sin embargo, niños más grandes y adultos pueden padecerla. Afecta principalmente los riñones.
En el contexto de estas muertes en pocas semanas, las autoridades de Salud recordaron la necesidad de sostener las medidas de prevención y pusieron el foco en la consulta temprana.
“Es fundamental la consulta temprana en niños y niñas con síntomas gastrointestinales, sobre todo con diarrea y/o vómitos y evitar la automedicación y/o administrar remedios caseros para que los profesionales puedan realizar una atención oportuna y el seguimiento adecuado que requiere cada paciente”, afirmó Laura López, subsecretaria de Estrategias Sanitarias y Acceso a la Salud.
Medidas de prevención de la enfermedad
Es fundamental el acceso al agua segura, para beber, higienizarse o preparar alimentos.
Si existe alguna duda sobre la potabilidad del agua, agregar dos gotas de lavandina por cada litro y dejarla reposar por media hora antes de consumir. Otra opción es hervirla durante tres minutos.
El buen lavado de manos antes de manipular, cocinar o ingerir alimentos, así como después de tocar carne cruda, ir al baño, cambiar pañales o acariciar mascotas, es muy importante.
Para llevarla a cabo correctamente, se recomienda quitarse anillos y pulseras e higienizarlas con agua y jabón, por al menos 40 segundos, frotando palmas, dorso, espacio entre los dedos, uñas y muñecas. Al finalizar, secarlas con toallas limpias o descartables.
A su vez, es esencial prestar atención al momento de comprar, manipular, ingerir y guardar los alimentos.
El tiempo que transcurre desde que se compran los alimentos hasta que se los coloca en la heladera debe ser el mínimo posible para no cortar la cadena de frío. Para ello, es útil organizar las compras, dejando para el final la adquisición de alimentos frescos y congelados.
Además, se recomienda no adquirir leche o jugos sin pasteurizar, huevos que tengan la cáscara rota, ni productos exhibidos a temperatura ambiente.
Tampoco alimentos sin fecha, marca o números de registro, ni aquellos cuyo envase se encuentre en malas condiciones (latas o tetrapack abollados o hinchados, o bolsas plásticas rotas).
La carne picada debe ser procesada en el momento de la compra y a la vista, y no hay que comprar pan o alimentos a granel que sean manipulados sin guantes.