Una joven policía de 22 años asesinó a su novio de dos disparos en el pecho en el marco de una discusión mientras se encontraban de vacaciones en un camping de la localidad bonaerense de Zárate.
La víctima fue identificada como Alejandro Barreto, de 23 años de edad, oriundo de la ciudad de Berazategui. Por su parte, Milagros Ayelén Ortiz es la responsable del crimen y se desempeña como oficial de la Policía de Lanús.
El tétrico episodio tuvo lugar en la noche del viernes pasado, luego de una violenta discusión entre la pareja. “Mi papá y Nahuel estaban en la orilla pescando y ellos estaban a unos metros de la orilla”, contó la hermana del joven fallecido sobre el escenario en el camping. De acuerdo a su relato, Alejandro fue al camping con su papá y un amigo, y en última instancia se sumó Ortiz.
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Al ver que el encontronazo entre su hijo y la novia estaba escalando en niveles de violencia, el padre de la víctima intentó separarlos, pero la joven fue en busca de su arma reglamentaria. “Sacó el arma y le disparó sin dudarlo. Uno de los tiros le dio en el pecho, al lado del corazón, y ahí mi papá le tiró el brazo, pero ya era tarde”, agregó.
Los que estaban en el lugar cargaron a Alejandro en el auto y y se dirigieron a buscar ayuda al puesto de Gendarmería Nacional Argentina (GNA), instalado en la Ruta Nacional 12. La joven policía acompañó a los hombres en el auto y confesó sus actos ante los gendarmes.
“Llamaron a la ambulancia que vino rápido. Le hicieron de todo, RCP, le inyectaron adrenalina y no resistió, ya estaba muerto. Quedó tirado en el piso al lado del auto”, contó la hermana de Barreto.
Una relación violenta
En relación al vínculo amoroso entre su Alejandro Barreto y Milagros Ortiz, la hermana del fallecido contó que la joven “lo amenazaba constantemente”. “Yo vivo a la vuelta de su casa y una vez tuve que ir porque ella le pegó muy mal. Fue una de las últimas, a fines de junio. Me metí porque le pegó muy fuerte y él no hacía nada”, detalló.
Y añadió: “Siempre lo defendimos a Ale cuando esta chica lo maltrataba en casa o cuando se iba de las manos la discusión enseguida nos metíamos. Ella desenfundaba el arma siempre”.
“Estaban hace más de un año juntos, ella le decía que lo dejaba y después lo buscaba. No le permitía que hablara con nosotros. Cada vez que venía a casa, se encerraba con ella en la pieza. Lo aislaba, era muy posesiva, sobrepasó todo. Capaz que mi hermano la quería de verdad, pero ella no”, explicó sobre el noviazgo.
Por último, la hermana recordó a Alejandro como “un buen chico y laburador”. “No tenía antecedentes de robo, no se drogaba, no tenía nada. Mis papás siempre nos enseñaron que había que laburar. Era muy buena persona, muy compañero”, indicó.