Un insólito hecho de violencia vecinal se produjo en un country de la localidad bonaerense de Pilar. Un hombre persiguió con su escopeta a un grupo de adolescentes que le habían hecho “ring-raje” en su casa el viernes a la noche.
El video se viralizó en las redes sociales y sorprendió por la actitud primitiva del protagonista, que increpó e insultó a la madre de uno de los chicos, que salió a dar la cara por el grupo de “bromistas” en la puerta de su casa en el barrio cerrado “Estancias de Pilar”.
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La mujer argumentaba que se trataba de una travesura juvenil, pero el vecino armado estaba desenfocado y no cesaba de insultar. “A mí también me han tocado la puerta de mi casa y no vengo con una pistola”, esgrimió la madre, pero el enajenado replicó: “Y a mí qué carajo me importa. Ubicate vos con la gente que tenés adentro de tu casa”.
“Si tenés pelotudos adentro de tu casa, hacete cargo o va a haber un problema acá. ¿De dónde salieron estos pedazos de pelotudos que vienen a tocar la puerta de mi casa a esta hora?”, agregó el hombre.
Sin embargo, lo que llamó la atención es que personal de seguridad del barrio presenciaba la escena y no intervenía ante los ademanes del hombre, que finalmente se retiró luego de otra catarata de improperios.
“¿Cómo permiten algo así? Él no puede venir acá con un arma. Esto no me gusta nada, no entiendo como puede estar con un arma caminando por el barrio”, fue el reclamo de la mujer, que alojaba a compañeros de colegio del hijo.
El descargo de la madre
La mujer que interactuó con el vecino escribió un comunicado dirigido al resto del barrio. “Los chicos tuvieron una mala idea que fue golpear la puerta de un vecino y se armó un estado de confusión generalizada. El propietario salió con armas y la guardia buscaba a dos ‘chorros’. Este propietario vio a dos de ellos entrar en casa y se ve que ahí se dio cuenta de que eran dos chicos y no ladrones. A todo esto había un despliegue de seguridad impresionante”, detalló.
Y agregó: “Este propietario se apareció con una escopeta y una pistola a los gritos para que los chicos bajaran, para que yo diera nombres -ya a dos los habían buscado uno de los padres-, insultándome sin parar (‘pelotuda’, ‘pelotuda de mierda’ (sic), ‘no sabés qué pelotudos metés en tu casa’) y hasta me dijo ‘esto no va a quedar así`”.
“Al rato vino la policía, pero como había sido alertado de que estaba ingresando, fue a dejar sus armas a su casa. Seguía gritándome que yo era una encubridora. Fue una situación de total angustia y pánico. Ya se dictó una medida perimetral para mí y para la casa del otro chico, y tendremos custodia policial”, añadió en el mensaje.
Cabe destacar que el domingo fue allanada la casa del hombre, quien luego fue trasladado a una dependencia policial para ser informado sobre la denuncia que sufrió y la perimetral que rige desde esta semana.