Con el objetivo de endurecer el control de las transferencias bancarias, la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) implementa desde octubre una serie de medidas que los usuarios deben tener en cuenta a la hora de realizar movimientos.
Para el décimo mes del año que arranca este martes, el organismo recaudador fijó un máximo de 400 mil pesos para transferir desde cuentas bancarias o billeteras virtuales, sin tener problemas.
Esto significa que toda transferencia, ya sea de ingresos o egresos, que exceda dicha cifra, deberá ser justificada con documentación.
Quienes no presenten ingresos formales o que no estén registrados en el sistema de monotributo, régimen general o como asalariados declarados, serán los más afectados, ya que sus movimientos no están informados previamente a la Afip. En este caso, deberán presentar facturas, contratos u otros documentos que respalden el origen de los fondos.
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Si la transferencia supera los 400 mil pesos, el ente puede solicitar una serie de documentos, entre los cuales se incluyen facturas de ventas, recibos de pagos, contratos relacionados con la operación y declaraciones juradas de ingresos.
La falta de justificación puede derivar en sanciones fiscales, como multas o ajustes impositivos. En casos más graves, se podría abrir una investigación por presunta evasión fiscal o actividades vinculadas al lavado de dinero.
Al mismo tiempo, vale recordar que otra de las medidas de la Afip es que los saldos mensuales no superen los 700 mil pesos. En caso de que esto ocurra, los usuarios también pueden quedar bajo la lupa. El organismo evaluará la situación fiscal del contribuyente para determinar, entre otras cosas, el origen del dinero