La Justicia confirmó que Agustín Muscarello (22) conducía con 0.7 de alcohol en sangre la mañana del 10 de octubre, cuando atropelló y mató a Francisco Ledesma (18) en la Ruta 5. Fue días antes del Día de la Madre, fecha para la cual la víctima ya había comprado el regalo para su mamá y nunca pudo darle.
Aún conmocionado por la muerte de su hijo, Facundo Ledesma contó en Arriba Córdoba que el alumno de 7° del colegio Manuel de Falla de Alta Gracia había encargado un producto de perfumería.
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“Me dijo que llegaba unos días antes y le dije que lo guardara él”, recordó y siguió: “El regalo llegó pero yo no sabía dónde lo había puesto en su dormitorio y el Día de la Madre le dije a su mamá que Francisco le había comprado algo y que estaba guardado en el dormitorio”.
Cecilia debió buscar entre las pertenencias de su hijo el regalo que el adolescente de 18 años jamás pudo darle. “Lo buscó ella porque yo no podía y cuando lo encontró se lo dimos”, relató emocionado.
Alcoholemia positiva
Muscarello permanece detenido en la cárcel de Bouwer, imputado de homicidio culposo doblemente calificado por conducción temeraria y por consumo excesivo de alcohol (el máximo permitido es 0.5 y tenía 0.7).
Al respecto, Ledesma afirmó que la mañana de la tragedia lo “sorprendió” una pregunta del conductor y le pidió a su abogado Carlos Nayi que insistiera en esclarecer si estaba borracho. “Soy hipertenso y estaba sentado en la garita del colectivo porque estaba descompuesto y se me acercó llorando y me pidió un cigarrillo o un faso”, expresó.
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“Me sorprendió y pensé ‘¿qué le pasa a este muchacho?’, algo percibí ese día”, afirmó y sumó: “Le pedí al doctor que vea, para mí no estaba en sus cabales”. “Se acercó unos 20 metros, supo que yo era el papá porque yo me acerqué a él y al cuerpo de mi hijo, vi que no tenía esperanzas y le dije ‘¿qué pasó? ¿qué hiciste?’ y me alcanzó a decir que despistó”, comentó sobre lo que había ocurrido momentos antes de que le pidiera un cigarrillo.
or último, el papá aseguró que toda la familia está con tratamiento psicológico y que lo extrañan todos los días. “Los primeros días sonaba su despertador a las 5:30 para bañarse, afeitarse y prepararse para la escuela y era algo tremendo”, recordó y concluyó: “Sentimos su ausencia al llevarlos a los dos a la escuela o a la parada y a la noche, cuando estábamos los cinco juntos”.
En cuanto a lo judicial, el abogado Carlos Nayi señaló que no se debe “hablar de culpa sino de crímenes al volante”. Además, sostuvo que siguen las pericias mecánicas para determinar si el chofer del colectivo Sierras de Calamuchita cometió una infracción: “Más allá de Muscarello, si el micro no estaba correctamente estacionado deberá caer la responsabilidad sobre su conductor”.