Son días duros en Bahía Blanca. Desde la madrugada del viernes pasado que los vecinos sufren un calvario por las consecuencias del temporal que azotó la ciudad del sur bonaerense. El Doce está presente desde el lugar de los hechos y recorrió la zona en donde comenzó el desastre.
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Los enviados especiales, Alejandra Bellini y Fido Cuestas, desandaron el sector aledaño al arroyo Maldonado, que desbordó causando inundaciones en un sector más bajo de la ciudad.
La furia de la naturaleza se llevó puestas barreras de contención, puentes, paredes de algunos hogares y hasta rajó el asfalto. “Esta es la parte más afectada. Solo se veían los techos de las casas”, explicó Bellini, con muebles y árboles sobre las calles, entremezclándose en el paisaje urbano.
De terror
Juan Nievas y su familia le abrieron las puertas de su casa a El Doce. Ellos viven al frente del canal Maldonado y sufrieron las consecuencias en carne propia. “No nos esperábamos esto. Fue de un segundo a otro. Rebalsó todo en un ratito, en cinco minutos”, explicó.
Como pudieron, se subieron al techo. Arrancó una reja, la usó como escalera y subieron al techo, no sin antes alertar a sus vecinos.
El olor a humedad todavía se siente en el ambiente, pero la sensación imperante en la zona es la de abandono. “Ningún político vino a ayudar. Solo la gente vino a ayudar. Los vecinos perdimos todo y no tenemos cómo salir adelante. No tengo trabajo en blanco, hago changuitas”, sostuvo.
“Es un desastre por todos lados. Es terrible ver cómo venía el agua y no sabíamos si íbamos a sobrevivir. Yo decía: ‘Dios, no me dejes morir de esta manera’”, explicó la pareja de Juan, que agradeció la solidaridad de la gente.
Dentro del dolor de perderlo todo, los Nievas fueron testigos de cómo los oportunistas de siempre robaban muebles y elementos en el marco de la desesperación de los vecinos.