Un podólogo está acusado de haber matado a su esposo mientras estaba internado y brindó una llamativa declaración al intentar desligarse de la responsabilidad que le adjudicaron en la investigación iniciada hace cinco años.
Guillermo Germán Berjeli (47) está imputado de homicidio cuádruplemente agravado por el vínculo, por haber sido cometido con alevosía, por el suministro de veneno y por codicia. La única pena prevista para es la prisión perpetua.
Según la acusación, Berjeli mató a Roberto Alfonso Aquiles Guzmán Jaque mientras permanecía internado en un sanatorio del barrio porteño de Recoleta. Al parecer cambió los sueros con los que el paciente chileno era asistido en terapia intensiva.
Cuando el fiscal general Juan Manuel Fernández Buzzi le preguntó al imputado por la sustancia que había ingresado a la terapia, Berjeli respondió: “Era solución fisiológica para limpiar lentes de contacto”. Y afirmó que el líquido estaba “bendecido por un cura”.
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“No sé si alguna vez me vieron sacando el suero, pero no era nada malo. Además yo me ponía el líquido en las manos y le mojaba así las piernas, los pies, los brazos”, manifestó el hombre que está detenido en la cárcel de Ezeiza y al que empezaron a juzgar este lunes en Ciudad de Buenos Aires.
La investigación tuvo como dificultad que no pudieron hacer la autopsia, teniendo en cuenta que como cónyuge de la víctima, el imputado logró que el cuerpo sea cremado a las 48 horas del deceso y antes de que se iniciara la causa penal.
Descompensación, internación y muerte
El podólogo y Guzmán Jaque se habían casado el 16 de septiembre de 2019 y ambos convivían en un domicilio del barrio de Villa Crespo. El mismo lugar de residencia de la madre de la víctima.
El 16 de diciembre del mismo año Guzmán Jaque sufrió una descompensación que concluyó con una internación en el Sanatorio Anchorena. Presentó un cuadro de deterioro del sensorio, insuficiencia renal, desorientación, trastorno en la marcha y alteración en el habla. Además era portador del VIH. Los médicos que lo trataron sostuvieron que se encontraba bajo control y que poseía una carga viral indetectable, advirtieron desde la fiscalía.
Tras 27 días de internación en terapia intensiva, el hombre falleció el 12 de enero de 2020. Una enfermera afirmó que se habían cambiado los sueros que ella había colocado. Tras alertar a las autoridades, la jefa de terapia intensiva solicitó videos de la sala donde la víctima estaba internado.
Las imágenes revelaron que el podólogo manipuló o intercambió trece veces durante 10 días consecutivos los sueros de su esposo por bolsas que traía en una mochila. Esta situación llevó a la enfermera a realizar la denuncia.
La defensa del podólogo
Al defenderse de la acusación, Berjeli afirmó: “No se me ocurriría matar a nadie, ni siquiera a un animal”. En ese sentido, sostuvo que no alteró ninguna medicación y que siempre confió en los médicos y enfermeros del lugar.
Además apuntó contra la madre de su pareja, señalando que fue ella quien “decidió la cremación y las dos horas de velorio”. “Yo no estaba de acuerdo”, aseveró.
Los investigadores consideran que el imputado actuó por cuestiones económicas. Así lo deslizó incluso el hermano de la víctima. “Después del velorio escuché a Germán discutiendo con mi mamá, diciéndole que ya tenía todo resuelto para hacer uso de los bienes que mi hermano tenía en Chile”, declaró.
“Me pareció algo extraño que, frente a la muerte, estuviera preocupado de los bienes y no se mostrara acongojado por la situación”, indicó. A su vez negó que su mamá haya decidido el rápido funeral.