Juan Carlos Insúa, un sindicalista de la carne de San Luis, fue procesado con prisión preventiva acusado de liderar una de las dos organizaciones narcocriminales que durante al menos seis meses traficaron cocaína desde el AMBA hasta distintas provincias del interior, incluida Córdoba.
El gremialista usaba su cargo en el Sindicato Obrero de Frigoríficos Empleados de Carne y Afines (SOFECA) y en la Federación de Trabajadoras y Trabajadoras Agrarios (Fe.T.A.R.A) como pantalla para moverse sin controles y dirigir la logística de la banda.
La investigación, llevada adelante por la Fiscalía Federal de Villa Mercedes, reveló que el grupo adquiría cocaína a proveedores peruanos en Buenos Aires, la transportaba por la Ruta Nacional 7 y hacía entregas en localidades como Laboulaye, en el sur de Córdoba, como así también en Rufino (Santa Fe) y Junín (Buenos Aires).
Parte de la droga era distribuida en Merlo, San Luis, y otra parte en Villa Mercedes, donde operaba una segunda banda liderada por Diego “El Gaucho” Funes, quien también quedó detenido.
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Según la causa, Insúa se refería a los kilos de cocaína como “novillos”. En uno de los mensajes incorporados al expediente, preguntaba: “¿El Gaucho te pagó los cinco novillos, tres novillos, dos novillos?”. También se descubrió que la droga se vendía a “7 lucas el g” (7000 pesos por gramo), lo que le permitía a la organización recaudar hasta 140 millones de pesos por mes. En seis meses, se estima que movieron 120 kilos de cocaína y generaron ingresos por 840 millones de pesos.
Uno de los lugares clave que utilizaba Insúa era un complejo llamado “Quinta de Fetara”, conocido como “El campo de la merca”, donde se realizaban entregas. Allí se encontraron pruebas que conectan a ambas bandas. Además, el sindicalista llevaba un estilo de vida ostentoso: en redes sociales aparecía en yates en Miami y en autos de alta gama.

Los operativos
La investigación, dirigida por el juez federal Juan Carlos Nacul, tiene a 19 personas procesadas –11 hombres y 8 mujeres–, con embargos de 52 millones de pesos cada uno. El operativo incluyó 27 allanamientos realizados en mayo en San Luis, Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires.
En total, se incautaron drogas, vehículos, armas de fuego, dinero y más de 30 celulares con chats y audios que detallan el funcionamiento de la organización.

Además, se secuestró documentación que demuestra el uso de testaferros, cuentas bancarias y billeteras virtuales para el movimiento del dinero. Incluso se detectaron quejas por cocaína de baja calidad en uno de los envíos, lo que fue registrado en los chats entre los miembros de la organización.
La investigación fue coordinada por la Fiscalía Descentralizada de Villa Mercedes y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), con participación de Gendarmería Nacional, Policía Federal Argentina y Policía de San Luis.