A siete días del asesinato de Zamir Torres, el niño de cuatro años que murió acribillado a balazos en la localidad de Frontera, en el límite entre Córdoba y Santa Fe, la investigación sumó un tercer detenido.
El nuevo arresto se produjo en San Francisco, cuando el sospechoso de 26 años iba escondido en la caja de una camioneta y con un chaleco antibalas puesto. Las autoridades aseguran que estaba intentando darse a la fuga cuando lo interceptó la Policía.
En la VW Amarok además encontraron un bolso con pertenencias y dos celulares, detallaron desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia al comunicar el procedimiento desarrollado en las últimas horas del martes.
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Los efectivos intervinieron a partir de información brindada por la Fiscalía Nº 5 de Rafaela. La detención tuvo lugar en la esquina de Juan de Garay y avenida Rosario de Santa Fe, en barrio Roca de San Francisco. Junto al sospechoso por el crimen de Zamir, también arrestaron el conductor de la camioneta, acusado de colaborar en la fuga.
El tercer detenido por el asesinato del niño fue identificado como M.E es hermano del primer arrestado en la causa, un joven de 23 años que atraparon el viernes pasado.

Un prófugo
Los investigadores buscan a un cuarto involucrado en el crimen que permanece prófugo. Mientras tanto ya hay tres detenidos relacionados de manera directa con el ataque que se cobró la vida del pequeño Zamir y que dejó herido a su padrastro, Braian “Peladito” Martínez (31).
El primero fue capturado el viernes pasado, el segundo se entregó este martes, y el tercero fue sorprendido mientras intentaba escapar. Todos están imputados por homicidio calificado y tentativa de homicidio.
+ VIDEO: el traslado de los últimos detenidos:

El niño murió tras recibir cuatro disparos dentro de un Ford Fiesta en el que viajaba junto a su madre y Martínez. Los atacantes descendieron de un Fiat Cronos, desde el cual efectuaron entre 10 y 15 disparos, según relataron testigos. El vehículo de los asesinos fue encontrado incendiado horas después del crimen.
La madre del niño, Rocío Funes, encabezó una marcha para pedir justicia, y negó que el ataque estuviera vinculado al narcotráfico. Sin embargo, la principal línea de investigación apunta a una posible venganza relacionada a conflictos previos de su entorno familiar.