Una escena digna de película se vivió este jueves en la cárcel de varones de Cruz del Eje, al norte de Córdoba. Allí, el personal del Servicio Penitenciario detectó un teléfono celular escondido en el interior de una torta de cumpleaños que intentaba ser ingresada al penal. El bizcochuelo, que simulaba una inocente selva negra, terminó siendo la clave de un intento de contrabando frustrado.
El insólito episodio ocurrió cerca de las 11:15 de la mañana, cuando una mujer llegó al Complejo Carcelario N°2 Andrés Abregú con la intención de visitar a su esposo, un procesado alojado allí. Como parte del festejo, llevaba una torta casera para compartir. Sin embargo, el dulce no logró sortear los controles del escáner, donde los agentes penitenciarios detectaron una silueta sospechosa en la base del pastel.

Tras realizar una inspección más detallada, el personal abrió cuidadosamente la torta y confirmó la sospecha: en su interior había un teléfono celular perfectamente oculto. “Se trataba de un dispositivo moderno, que por protocolo no está permitido dentro del establecimiento”, explicó Iván Ortega, secretario de organización penitenciaria, en diálogo con ElDoce.tv.

El procedimiento fue inmediatamente comunicado a la Fiscalía de Turno, a cargo de la doctora Brizuela, quien dispuso las medidas a seguir. “Nosotros actuamos dentro de la jurisdicción del establecimiento. En estos casos, se secuestra el objeto y se eleva el procedimiento a la Justicia, que determina cómo continuar con la investigación sobre la persona que quiso ingresar el elemento prohibido”, detalló Ortega.
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Este tipo de maniobras no es nueva, aunque siempre sorprende por su creatividad. “Hemos tenido situaciones increíbles, pero por suerte el protocolo y los controles siguen funcionando”, concluyó el funcionario. El teléfono quedó secuestrado y la causa ahora está en manos de la Justicia.
