La familia de Sebastián Villarreal volvió a reclamar justicia en la previa de una audiencia clave. La posibilidad de que los tres imputados mayores de edad enfrenten un juicio abreviado encendió la indignación de los seres queridos de la víctima, que consideran que esa instancia podría otorgarles una pena mucho menor a la prisión perpetua que contempla la acusación.
En una carta cargada de dolor, Graciela, la mamá de Sebastián, expresó su rechazo. “Dicen y yo también digo o lo repito que lo terrible de tu ausencia es que no falleciste por una enfermedad incurable o por un accidente, sino que fuiste brutalmente asesinado. Una muerte sin explicación pero llena de violencia”, expresó durante la concentración de este lunes al mediodía frente a Tribunales II.
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“Siento, sentimos, un vacío tremendo, dolor y tristeza infinita. Me ocupo y nos ocupamos de que esta muerte terrible tenga justicia”, enfatizó. Al mismo tiempo, señaló que le resulta “muy injusto para vos, para tus hijos, para nosotros que no estés”.
En otro pasaje, Graciela confesó: “Tengo mucha bronca por toda esta injusticia, casi que no quiero conocer los detalles de tu brutal asesinato, es como que necesito en mis recuerdos resguardarte y en noches en que no puedo dormir aparecen relámpagos de imágenes o no sé si las imagino yo y el dolor es lacerante”.
+ VIDEO: el mensaje de la mamá de Sebastián:
La carta también rescató el recuerdo más íntimo de Sebastián: “Me gusta recordarte en las emociones, lo familiero que eras, tu responsabilidad y amor por tus hijos”.
Mientras la causa espera definiciones en la Cámara Tercera del Crimen, la familia insiste en que la única salida justa es un juicio oral y público que permita conocer la verdad y dar una respuesta a los hijos de la víctima. Para esta semana está prevista la audiencia en la que se resolverá el futuro del proceso, luego del ofrecimiento realizado por el fiscal de Cámara, Fernando López Villagra.
Cabe recordar que hubo dos menores involucrados en el hecho. Uno que tenía 17 años en el momento del crimen y fue declarado penalmente responsable por el Juzgado Penal Juvenil. El otro tenía 14 años y por ser inimputable quedó libre aunque volvió a ser atrapado como partícipe en otros episodios delictivos.