La investigación por el triple crimen de Florencio Varela sumó un nuevo capítulo con la aparición de Zangi, una aplicación de mensajería señalada como la plataforma desde donde se habría transmitido en vivo la tortura de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15).
Si bien en un primer momento se habló de un vivo en Instagram, propiedad de Meta, con el correr de los días los investigadores confirmaron que la transmisión se habría hecho en esta app de origen armenio, disponible en Android y iOS.
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Creada en 2013 y con sede en Silicon Valley, Zangi se define como “serverless”: no depende de servidores intermedios y el contenido nunca queda almacenado en la nube. Esto significa que una vez borrados los mensajes o archivos, son irrecuperables.
Otra particularidad es que no exige registrar un número de teléfono. En su lugar, asigna un código de 12 dígitos que empieza con 871, lo que vuelve mucho más difícil rastrear a los usuarios. Además, todo el sistema funciona con cifrado de extremo a extremo y permite activar opciones para que los mensajes se autodestruyan.

Herramienta del narco
En causas judiciales vinculadas al crimen organizado ya se había detectado su uso. Una de las ventajas es que consume muy pocos datos y funciona incluso con conexiones lentas o inestables, lo que la hace útil tanto en zonas rurales como dentro de cárceles.
Además de chat, la app ofrece llamadas de voz y video, envío de archivos y transmisiones en vivo de teléfono a teléfono, sin registro centralizado. Esa característica es la que habría sido aprovechada por los responsables del triple crimen para garantizar el secreto y la imposibilidad de rastreo.
Según confirmaron fuentes del caso, uno de los detenidos tenía instalada la aplicación y en su celular se hallaron referencias directas a la transmisión que mostraba las torturas a las víctimas.