El doble femicidio de Luna Giardina (24) y su madre, Mariel Zamudio, ocurrido en Villa Serrana, tuvo como protagonista involuntario a un chofer de remis que fue contactado por Pablo Laurta antes de viajar a Córdoba donde asesinó a su expareja y su exsuegra.
En el centro de esa trama aparece Martín Sebastián Palacios, el chofer entrerriano que desapareció el pasado 7 de octubre. La Justicia ahora investiga un cadáver encontrado cerca de Concordia para establecer si es el conductor buscado.
Palacios, de 49 años, es propietario de una empresa de taxis de alta gama en San Salvador, Entre Ríos, y es reconocido entre sus clientes por su profesionalismo y formalidad. Siempre trabajaba vestido de traje y corbata, y era habitual que realizara viajes de larga distancia con pasajeros a distintos puntos del país. Tiene familia en Córdoba y mantenía vínculos frecuentes con personas de esta provincia.
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Laurta y Palacios se conocieron durante la pandemia, cuando el femicida contactó al remisero para realizar viajes en sus vehículos. Ya habían compartido dos traslados antes del viaje que se convirtió en un misterio. En una oportunidad, Palacios comentó a sus allegados que había llevado a Laurta a Villa Retiro, precisamente el lugar donde días atrás apareció su Toyota Corolla completamente incendiado.
La última vez que se lo vio fue en la terminal de Concordia, desde donde partió con el uruguayo rumbo a Córdoba. Las cámaras de seguridad registraron a ambos juntos. Desde entonces, no hubo más contacto ni con su familia ni con sus colegas. Lo más llamativo, según relató su abogada y amiga Sonia Gómez, es que esta vez salió vestido con bermudas y musculosa, algo totalmente inusual para él.
Palacios tenía una rutina clara: en cada viaje mantenía comunicación con familiares y amigos. Por eso su silencio generó preocupación inmediata. Su auto, que había sido comprado hace pocos meses, fue hallado quemado en la zona de Villa Retiro.