Pablo Laurta, el doble femicida uruguayo detenido en Gualeguaychú tras asesinar a Luna Giardina (24) y Mariel Zamudio (50), ya había sido arrestado en enero de 2024 por violar una orden de restricción.
Sin embargo, recuperó la libertad un mes después, luego de una pericia psicológica oficial que determinó que “no revestía peligrosidad ni presentaba factores psicopatológicos graves”.
El hecho de aquel momento ocurrió el 9 de enero de 2024 y recayó en la Fiscalía del Distrito 4 Turno 6, a cargo de la fiscal Jorgelina Gutiez. Laurta fue detenido por desobediencia a la autoridad, tras incumplir la restricción de acercamiento impuesta por el Juzgado de Violencia Familiar.
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Según confirmó la propia fiscal a El Doce, fue liberado el 8 de febrero bajo “estrictas condiciones”, basándose en el resultado de la evaluación psicológica.
El informe pericial —al que accedió Clarín— concluyó que Laurta comprendía la criminalidad de sus actos, no evidenciaba trastornos mentales graves y no representaba riesgo “para sí ni para terceros”.
“Producto del examen actual y de su relato, no se observan elementos psicopatológicos compatibles con alteración morbosa o insuficiencia de sus facultades mentales (...) No se advierte riesgo cierto e inminente para sí ni para terceros”, señalaba el documento.

“No presenta, al momento de las entrevistas sostenidas, indicadores de desestabilización psicopatológica, encontrándose estable anímicamente, sin ideación auto-heteroagresiva o de muerte activa“, añadió el informe de ese momento.
El dictamen también sostuvo que el uruguayo no tenía antecedentes penales y recomendó únicamente que realizara un tratamiento psicológico y psiquiátrico ambulatorio “con control estricto respecto de su regularidad y evolución”.
Pese a ello, recuperó la libertad y continuó hostigando a su ex pareja. Hoy, un año y medio después de aquella liberación, Laurta está acusado de tres asesinatos: el de Luna Giardina, Mariel Zamudio y el del remisero Martín Sebastián Palacio, cometido en Entre Ríos.