La historia de Matías Rolfi, el estudiante de 27 años que se suicidó en la Facultad de Medicina de la UBA, sigue estremeciendo. En medio del dolor, su hermana Rocío, quien se había anotado en la carrera de Nutrición para acompañarlo en el recorrido académico, compartió un mensaje de enorme impacto.
“Agradezco un montón el acompañamiento y el respeto con el que se han dirigido a mí miles de personas conocidas y desconocidas”, comenzó escribiendo. También aclaró que la familia no busca señalar responsables: “Nadie está culpando a nadie, solo mi hermano supo sus verdaderos motivos”.
Reclamo contra el maltrato
En el posteo, Rocío pidió que se hable de lo que su hermano vivía dentro de la universidad. “Me parece bien y comparto totalmente que se esté hablando del bullying y del maltrato que recibió mi hermano de parte de compañeros, ayudantes de cátedra y hasta profesores”, expresó. Subrayó que quienes estudian o trabajan en salud deberían tener una conducta empática: “Nadie debería mantener un trato tan de mier* con otras personas**”.
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Además, recordó que Matías tenía autismo, diagnosticado en la adolescencia después de años sintiéndose fuera de lugar. “Me sentí parte y con el derecho a dar un mensaje a la sociedad para concientizar sobre muchas cosas”, sostuvo.

Su reflexión concluyó con un mensaje íntimo: “Hoy mi mensaje ya está dado. No comparto la violencia en ninguna de sus formas. Tengo un duelo pendiente ahora. Gracias a todos, por todo”.
El caso volvió a poner en debate la violencia académica, la falta de contención y el impacto del bullying en jóvenes con condiciones del espectro autista. Mientras tanto, la investigación judicial continúa analizando los chats y testimonios vinculados al entorno del estudiante.



