Una organización delictiva dedicada a estafar a compradores de autos y motos fue desbaratada tras un megaoperativo realizado en Córdoba, Villa Carlos Paz y Alta Gracia. Una investigación reveló un entramado de concesionarias que operaban en red para captar clientes, cobrarles grandes sumas de dinero y no entregar jamás los vehículos prometidos.
Hay 16 detenidos, de entre 20 y 38 años, imputados por asociación ilícita. Según el expediente, al menos 200 personas resultaron damnificadas.
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Karina Zeverin, representante de un grupo de 50 víctimas, explicó a ElDoce.tv el modus operandi: “Publicaban anuncios a través de Marketplace y personas como si fueran particulares. Luego, cuando uno pica, te derivan a una concesionaria”, relató.

“Te decían: ‘primero tenés que pagar la cuota 1’, que en realidad era la suscripción. A la cuota 3 o 4 te prometían que ‘licitabas’, que significaba que te daban el auto ya y después lo seguías pagando”, contó.
La trampa: autos truchos, patentes tapadas y excusas
El engaño avanzaba cuando el comprador quería ver el vehículo. “Te llevaban a una playa de estacionamiento donde estaba el auto publicitado, con la patente tapada. Decían que era por seguridad. Te dejaban sentarte, prender las luces, la radio, bajar el vidrio… pero no te permitían manejarlo”, detalló Zeverin.

Con el correr de las semanas, los supuestos vendedores cambiaban las condiciones: “Llegabas a la cuota 3 o 4 y te decían que el auto ya no existía, que lo habían vendido. Te ofrecían otro más caro para que desistieras. Y cuando pedías tu dinero, empezaba el pedal: no te lo devolvían”.
Incluso, había quienes aceptaban pagar más para acceder a otro modelo: “Te ofrecían un Bora a 20 millones. Pagabas un par de cuotas más hasta que descubrías que ese auto tampoco existía”, explicó.
La denuncia inicial apuntaba a Alpha Motors, pero pronto aparecieron más nombres: Genesis Motors, Go Max, Giorgetto y Grupo Conut.
“Era una red delictiva para quedarse con el dinero de la gente a cambio de nada. Algunos autos ni siquiera estaban a la venta, estaban estacionados en esa playa”, aseguró Zeverin.

El fiscal Enrique Gavier coordinó los 25 allanamientos que permitieron detener a los implicados y secuestrar vehículos, motos, dinero en efectivo, celulares y documentación clave.
Una estafa sostenida en la vulnerabilidad
Para Zeverin, el sistema estaba pensado para captar a quienes buscaban oportunidades económicas: “Cooptaban personas vulnerables con precios irrisorios de vehículos que sabían que no existían. Distrajeron patrimonios completos en beneficio propio”.
Mientras avanza la investigación judicial, las víctimas aguardan ahora que la causa permita recuperar parte de lo perdido y evitar que otros caigan en una estafa tan aceitada como devastadora.



