En medio de la conmoción por el crimen de Samuel Tobares, el joven de 34 años que murió el domingo último durante un operativo policial en Villa Parque Síquiman, otro caso similar que quedó bajo la lupa es el de la muerte de Jonatan Romo que ocurrió en 2022 en la comisaría de La Falda.
Ambos episodios, separados por tres años pero atravesados por denuncias de abuso policial, se encuentran unidos por un mismo reclamo: que la Justicia avance y no deje impunes las muertes.
Esta semana, la Cámara del Crimen de Cruz del Eje declaró la nulidad del fallo del Juzgado de Control de Cosquín que había rechazado tramitar un juicio abreviado solicitado por tres policías imputados —Manuel Aguilera, Hernán Suárez Guevara y Walter Geri— y ordenó volver el expediente a Cosquín para que se tramite correctamente.
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Los camaristas señalaron que el juez de Control actuó con “exceso de rigor formal” y remarcaron que los imputados habían pedido el abreviado “en tiempo oportuno”, antes de que la requisitoria fiscal quedara firme. También recordaron que la Justicia debe garantizar una “resolución pronta del conflicto penal” y que decisiones como esta generan “dilaciones indebidas”.
Mientras el expediente circula entre Cosquín y Cruz del Eje, después de un paso por Villa Dolores, el caso acumula idas y vueltas desde hace meses entre cambios de imputaciones, retrocesos procesales y desacuerdos entre fiscalías y juzgados.
Frente a esta situación la familia de Romo advierte que la causa “va quedando cajoneando”. El abogado querellante Gustavo Pérez anticipó a ElDoce.tv que presentará un recurso de casación contra la resolución de la Cámara de Cruz del Eje.
El letrado insistió en que el caso debería haber ido a un debate oral, considerando que en esa instancia tenía la posibilidad de plantear la presunta existencia del “dolo eventual” detrás del trágico episodio.
Heridas abiertas
El caso de Samuel en Síquiman, por el que hay dos policías detenidos e imputados de homicidio preterintencional, resonó fuerte en el entorno de Jonatan Romo. Su hermano, Hernán, expresó a ElDoce.tv qué sintieron al enterarse del nuevo hecho en Punilla.
Dijo que al escuchar el testimonio del joven que vio cómo golpeaban a Tobares, “se nos estremeció la piel al saber que lo mismo le hicieron a mi hermano en la calle y después en la comisaría”. Y agregó una frase contundente: “Los mataron como si fueran perros, tanto a él como a mi hermano”.
Con dolor, sostuvo que la familia sigue luchando “contra un sistema corrupto, que se pasa la causa de mano en mano para que se disuelva”. Y lamentó que, más allá de lo que ocurra en tribunales, “nadie nos devuelve la vida de ellos”.
También reveló el impacto emocional que dejó la espera interminable: “Hasta mi vieja le dio un ACV y murió”.