Bajó unas cajas del colectivo, acomodó unos caños y se sentó para charlar con Cuarteteando. Ezequiel Gustavo Núñez, plomo de Q’ Lokura, cuenta en primera persona como es el rol de aquellos que hacen posible los bailes de cuarteto y se encuentran “tras bambalinas”.
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Sonido, luces y pantallas son los tres sectores que conforman el staff de cualquier grupo cuartetero. “Tenés que ser buena onda, cara dura”, aseguró Eze tras definir a la banda como una gran familia.
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Como tantos otros, Ezequiel hizo de su fanatismo una forma de vida. “Una vez al frente de mi casa, en barrio Urquiza, se juntaron a jugar Los Ferrari con Trulalá. En ese tiempo estaban Neno y David en Trula. Estuve un rato ahí y se dio la casualidad que en una pelota David se saca la rodilla. No había más jugadores y ¿Quién estaba ahí parado? Yo”, contó entre risas.
Después de aquel picadito le ofrecieron trabajar con la banda en la preparación de los bailes y nunca dejó el circuito cuartetero. Ariel Ferrari, Trula, La Banda de Carlitos y Chipote fueron sus pasos previos a Q’ Lokura.
¿CÓMO SE PREPARA UN BAILE DE CUARTETO?
“Yo hago pantallas. Todas esas lucecitas que se ven en el escenario. La gente de pantalla y luces empieza un poquito más temprano porque hay que preparar todo y dejar todo listo para cuando lleguen los chicos de sonido”, contó.
En total preparar un baile oscila entre dos a cuatro horas, y el desarmado es más rápido y no suele superar las dos horas: “Dependiendo las ganas que tenga cada uno”.
Entre 14 y 15 personas hacen posible que el conjunto liderado por Nico Sattler y Chino Herrera brinde un espectáculo a la altura. En verano la agenda se intensifica y el staff trabaja de lunes a lunes.
“Lo único de lo que me arrepiento es cuando nació mi hija. Yo estaba arriba de un colectivo y me dijeron la noticia arriba del colectivo. Hay que tener mucha voluntad”, agregó.
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Llegó el colectivo, se calzó los guantes y cerró la nota. “Bueno, me voy a trabajar porque si no me van a matar mis compañeros”, concluyó con su característica sonrisa.