Valentina Márquez sigue disfrutando de un gran presente profesional y personal. En el marco de la avant premiere de su nuevo tema Si te vuelvo a llamar, junto a la banda uruguaya The La Planta, la artista dialogó con Cuarteteando y abrió su corazón al hablar de sus raíces, su familia y el amor que siente por sus padres.
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Durante la entrevista, recordó uno de los momentos más especiales de su carrera reciente: cuando invitó a su madre, Pamela Ponce, a cantar con ella Zamba para olvidar frente a un público que estalló en aplausos. “Mi mamá es más reprimida con eso, canta como los dioses, es bella, es buena, la gente la quiere un montón. Formó parte de Sabroso haciendo coros y también cantó como solista mucho tiempo”, contó emocionada.
Sobre esa noche, agregó entre risas: “La verdad que fue un privilegio para mí y que me haya dicho que sí, medio que la obligué”.
Valentina confesó que esos momentos compartidos con su familia la atraviesan profundamente. “Me cuestan esos momentos que comparto tanto con mi mamá como con mi papá, se me hace un nudo en la garganta. Es algo muy significativo, más allá de la música y de ser artista o de que mi papá sea un artista conocido. Son tus papás. Son mis ídolos, mis grandes maestros, me enseñaron todo sobre la vida y sobre la música”, expresó con ternura.
La cantante también se refirió al hecho de ser hija de Lisandro Márquez, y cómo recibe los comentarios del público al respecto:“¿Cómo me va a joder si para mí es un maestro? Capaz hubiese sido más difícil el camino si no lo hubiese tenido a mi papá”, afirmó con orgullo.
Además, habló sobre su hijo, a quien definió como “un regalo muy grande de Dios”: “Siento que fue un regalo muy grande, como si él supiera a qué vino y con quiénes. Es un bebé que entiende todo”, expresó.
En cuanto a su carrera, adelantó que se encuentra trabajando en nuevas colaboraciones con artistas uruguayos y chilenos, entre ellos Luana, y que también está escribiendo letras propias.
Con una mezcla de emoción, gratitud y nuevos desafíos, Valentina Márquez atraviesa un momento de crecimiento artístico y personal, reafirmando que su camino en la música está guiado por el amor, la familia y la pasión heredada por el cuarteto.



