Cortate el pelo cabezón, Muchacho de barrio, Me dicen la gata, Que llamen los bomberos, Bon que Bon... podríamos estar todo el día mencionando sus canciones. Es que tiene en su haber cerca de mil editadas, y algunas más que habrán quedado en un baúl de recuerdos familiares.
Aldo Kustin es uno de los principales letristas que tuvo el cuarteto, y a 14 años de su partida, sus estrofas todavía suenan con frecuencia en las radios.
+ VIDEO La historia de Aldo Kustin, el compositor cuartetero:
Defensor del sentir cordobés, sus canciones reflejaban historias que pasaban en la ciudad donde vivía. "Hoy la mayoría son covers y eso no es puro. Antes era el sentimiento cordobés realmente. A tal punto que Rodrigo hizo cantar a todos "Soy cordobés" y eso me llena de orgullo", dijo en una entrevista que dio a la TV Pública hace más de 15 años.
Sus inicios
Nació en San Guillermo, un pueblito al norte de Santa Fe. Estudió violín, acordeón y piano. Cuando era todavía adolescente se juntó con un amigo y formaron una orquesta. Se presentaron a un concurso organizado por Miguel Gelfo y salieron segundos, aunque más tarde su compañero sería elegido para ser la voz principal del Cuarteto Leo. Era nada menos que Carlitos Rolán, su gran amigo con quien transitaría los primeros y los ultimos pasos en su carrera.
Siempre vinculado a la escena cuartetera local, en los 80' y 90' se convirtió en uno de los referentes a la hora de componer canciones para los grupos de moda. La Mona Jiménez, Gary, Sebastián, La Gata Noelia, el Cuarteto Leo, Carlitos Rolán, son algunos de los artistas que grabaron algunas de sus canciones.
La oficina cuartetera
El bar de Olmos y Maipú de la Ciudad de Córdoba fue más que un lugar de reunión para Kustin. "Menos sábado y domingo, fue todos los días de su vida hasta su muerte", relata su hijo.
+ MIRÁ MÁS: Apareció una bandera de La Mona perdida por 20 años.
Sergio, "Pajarito", como lo apodaron en el ambiente, recuerda que cuando su papá luchaba contra el cáncer, al terminar la quimioterapia siempre pedía pasar por el Bon Que Bon antes de volver a su casa.
Y tanto amor sentía por su segunda casa que le dedicó sus mejores versos: una canción que interpretó La Mona Jiménez y que inmortalizó para siempre al "barcito Bon Que Bon" como el lugar que forjó los destinos de la música popular cordobesa.
Entre Olmos y Maipú, de mi Córdoba querida
ahí justito en esa esquina, el barcito Bon que Bon
donde nacen ilusiones con sonidos musicales
y un Cuarteto tocará en los bailes populares
Ay barcito Bon Que Bon con color de fantasía
sos el punto de partida hacia un viaje de ilusión
mediodías incansables, entre charlas y café
eres parte de la historia del Cuarteto Cordobés.
De perfil bajo y carácter alegre, no le gustaba hacerse ver ni estaba en la carrera por el reconocimieno: "Era un bohemio que se vestía de jeans y se sentaba en el Bon Que Bon a tomar café con todo el mundo. Eso le gustaba más que cualquier premio".