El sábado a la noche, Florencia Bonsegundo llegó a Morteros después de su excelente desempeño en la Selección Argentina durante el mundial femenino en Francia.
Una caravana con bombos y platillos la recibió. Una multitud la aplaudía orgullosa. Es que su amor por la pelota y la camiseta celeste y blanca traspasó a todos los corazones. Sin dudas, fue una de las heroínas y, a pesar de que el conjunto nacional quedó eliminado, su esfuerzo valió la pena.
Un equipo de El Doce también fue parte de esa recibida gloriosa en la localidad del noreste de la provincia de Córdoba y además, testigo de una confesión. La delantera de 25 años, con una sonrisa de oreja a oreja, aseguró: "Me gusta el cuarteto y el Loco Amato es lo más".
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En su brazo izquierdo lleva tatuada la frase de una canción del ex cantante de La Fiesta y un número que lo identifica. "Vuela más alto" y el "22" entre un pentagrama, claves de sol y estrellas decoran su piel.
"He ido a muchos bailes del Loco", aseguró. Pero aún no logró conseguir su autógrafo y muchos menos una foto. "Sabés cómo sufrí cuando se retiró y cuando regresó me devolvió el alma al cuerpo", expresó Flor, quien sueña con conocerlo y no pierde las esperanzas de tomar unos mates.