Una verdadera historia de pasión cuartetera. Como cada 11 de enero, una gran cantidad de fanáticos se acercaron a la casa de La Mona en el Cerro de las Rosas para dejarle su cariño en el día de su cumpleaños.
Beatriz, una fiel seguidora del cuartetero, pasó por avenida Fader con la esperanza de ver a su ídolo desde el balcón, y llevó una reliquia de 1987. La mujer compartió su carnet de socia, obsequio que le entregó la familia Jiménez, lo que le permitió ingresar gratis a cualquier show: "Iba a donde sea y entraba a la hora que sea".
"Algo que lo tengo en el corazón, en la mano y en todos lados porque La Mona es La Mona. Es lo más grande del mundo", expresó la fanática mientras comparte su "entrada permanente" de la década del 80'.
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Beatriz es una seguidora de toda la vida y estuvo en grandes momentos que vivió el cordobés más famoso. En julio del año 1967, formó parte del público que presenció el debut oficial de Carlitos con el Cuarteto Berna en el auditorio de la vieja LV2.
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La música de La Mona enamoró a toda a su familia y logró transmitirlo de generación en generación. Entre los fanáticos que se llegaron aguardando la salida del cuartetero, también estaba su nieta que soñaba con conocerlo en persona. "Es mi sueño conocerlo. 'Te estoy esperando para verte y decirte feliz cumpleaños'", expresó la niña a las cámaras de El Doce.
