Desde Santiago de Chile hasta Iquique, al norte del país. Ese era el corto trayecto que tenía que recorrer Gaspar, un simpático perro salchicha de dos años, que hizo el viaje con una amiga de su dueña que lo esperaba en el destino final, al que ella había llegado en colectivo hacía dos semanas.
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El animalito viajó en una jaula que fue ubicada en el compartimento del equipaje. El vuelo, que duró 2 horas y 20 minutos, fue el comienzo de seis interminables días de pesadilla para Ligia, la amiga de Janis, dueña del perro, que cuando bajó del avión y se dió cuenta que la jaula estaba rota y el salchicha había desaparecido.
La mujer, desesperada, pidió explicaciones a la línea aérea SKY, quien le comunicó que hubo un problema. La mascota se escapó de la jaula por la pista de aterrizaje hacia la torre de control y desde allí se adentró en el norte del desierto de Atacama.
A la insólita situación se sumaron las declaraciones de algunos testigos: que la jaula había volado desde la cinta de equipaje unos dos metros de altura, rompiéndose y permitiendo que el perrito huyera.
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Pero la historia no terminó allí. Su dueña, triste y preocupada, lanzó una campaña en las redes sociales para intentar recuperar su perro. Noticias esperanzadoras llegaban de gente que lo había divisado, pero sin éxito para atraparlo. La aerolínea se sumó a la búsqueda poniendo a disposición un móvil y hasta participaron miembros de la Fuerza Armada de Chile.
Recién después de seis días lograron atraparlo y no precisamente en las mejores condiciones. "Venía sucio, descompensado y sumamente estresado. Estaba en estado de desnutrición. Estuvo perdido seis días, por lo que bajó bastante de peso. Ahora está en 6,270 kilos y pesaba 9", declaró Paola Bravo, la veterinaria que lo atendió tras el rescate.
A pesar de que la historia tuvo un final feliz, la dueña del perro dijo que no descarta realizar acciones legales contra la aerolínea. Renata Robbio, jefa de de Comunicaciones de SKY, reconoció la responsabilidad de la empresa, aunque asegura que el personal de la compañía siguió el protocolo de acción y que "lo que ocurrió fue un imprevisto a la hora de desembarcar el canil de Gaspar".