Desde hace una semana una ola de calor afecta a varios países de Europa, entre ellos Francia.
Las temperaturas están por encima de los 37 grados y los trabajadores de colectivos pidieron ir a trabajar con pantalones cortos, pero no los dejaron, por lo que decidieron ir en pollera para protestar.
Inmediatamente las fotos comenzaron a circular por las redes sociales y se hicieron virales.
"Pedimos tener uniformes adaptados a los fuertes calores. No nos dejan usar shorts. Envidiamos a nuestras compañeras que sí tienen polleras de uniforme. Como la pollera es una vestimenta autorizada en la empresa, la usamos", declaró al diario Presse Océan el chofer y sindicalista Didier Sauvetre.
"Es una discriminación", sostuvo otro chofer, que afirmó que arriba de los vehículos la temperatura "puede alcanzar los 50 grados".
El hombre denunció "condiciones de trabajo inaceptables" y sostuvo que a diferencia de las oficinas de los jefes, los colectivos "no tienen aire acondicionado".
Algo similar ocurrió en Reino Unido, donde un joven fue a trabajar con vestido, porque tampoco le permitían ir con bermudas.
Joey Barge tiene 20 años y trabaja en un call center en Buckinghamshire, por el calor que están atravesando fue a trabajar con pantalón corto y desde la empresa lo mandaron a su casa para que se cambie.
Por lo que Joey redobló la apuesta y regresó al trabajo con un vestido y a los minutos le llegó un mail desde Recursos Humanos.
"Debido a las altas temperaturas, se ha acordado que los hombres puedan usar pantalones cortos de tres cuartos de altura, pero sólo si son negros, beige o azul marino. No de colores llamativos. Por favor, hacedme saber si tenéis alguna pregunta sobre esto o cualquier otro aspecto del dress code", termina el mensaje.