Cerca, muy cerca de la muerte. Así estuvo una fotógrafa rusa, aunque se dio cuenta un tiempo después del peligro que corrió, cuando revisó en detalle una foto que tomó en el parque nacional de Andasibe, en Madagascar.
Julia Sundukova observó la imagen y notó que un cocodrilo del Nilo la acechaba a pocos metros. Es considerado uno de los animales más mortíferos para los humanos y estaba ahí, asomado en el río, escondido entre las plantas.
Estos cocodrilos atacan a entre 245 y 745 personas por año: en un 63 por ciento de los casos, el desenlace es fatal. Pueden alcanzar hasta 6 metros de largo y habitan en pantanos, ríos y lagos del África subsahariana.
La fotógrafa de 37 años estuvo a pocos metros de una muerte casi segura.