Saltar en paracaídas, recorrer los cinco continentes, conocer a algún famoso... Puede haber cientos de pendientes en la lista de cosas para hacer antes de morir, pero uno de los deseos de esta abuela holandesa de 99 años es de lo más insólito: ir presa.
¡Y no hizo falta que cometa ningún delito! Los policías de su país permitieron que Annie pasara "brevemente" a una celda con unas esposas puestas. Los propios agentes la habían recogido de su casa y la llevaron en un móvil.
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No es normal que entren personas que no hayan cometido crímenes, pero hicieron una excepción con esta abuela y fue la presa más feliz del mundo. Así se la puede ver en las fotos publicadas en Facebook por la Policía de la ciudad de Nijmegen Zuid.
"Su sobrina vino a la comisaría con el pedido", reveló un oficial a la BBC. "Ella fue a reportar un crimen y nos contó sobre este deseo pendiente de Annie", agregó. ¡Ahora ya lo puede tachar!
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