El lugar está ubicado en Earlton, Nueva York, y toda su comida es artesanal, elaborada por el chef Damon Baehrel, uno de los mejores del mundo.
El éxito del lugar está dado por su inaccesibilidad y secretismo lo que lo convierte en un misterio que todos quieren conocer. El lugar está ubicado en el sótano de la casa del cocinero.
Sus mesas están todas reservadas hasta 2025 y su dueño Damon Baehrel y único empleado del lugar, no acepta nuevas solicitudes.
Baehrel, cocina, prepara los platos, los sirve, después lava y por supuesto atiende a sus comensales, uno por uno.
El servicio cuenta con la degustación de 15 platos, de cinco horas de duración y solo recibe a 20 personas, por eso el costo es elevado, por cada persona sale 375 dólares, que no incluyen ni bebida ni propina.
Los platos no solo están elaborados detalladamente por el chef, sino que cosecha todos los alimentos que luego utilizará.
"Todo proviene de la propiedad de cinco hectáreas. En otras palabras, no tengo proveedores de ningún tipo. Creo todo, incluyendo mis propias harinas, mi propio aceite. Acá no hay nada que se entregue", contó el cocinero.
Su explosión en el mercado se dio gracias a una revista especializada en gastronomía en 2006 que abrió la curiosidad y desde entonces Damon no para de recibir solicitudes para reservar un lugar.