Desde muy pequeña, Eva Delmundo, es víctima del bullying. Sus compañeros la atormentaban con sobrenombres por las manchas que cubren su cuerpo. Son lunares que le salieron por una enfermedad genética conocida como Nevus Melanocítico Congénito.
La joven de 20 años eligió participar en los diferentes concursos de belleza cansada de que la discriminaran. Comenzó a exponerse como una forma de superarse a sí misma y concientizar sobre la importancia de aceptarse tal cual es.
“La belleza no es solo lo que está por fuera, no es solo alguien con la cara perfecta o el cuerpo perfecto, sino también es quien eres como persona y el amor que tienes por ti mismo. Nunca se trata de perfección”, aseguró emocionada.
La historia de Delmundo es realmente conmovedora. A pesar de los momentos difíciles por los que debió atravesar, le permitieron plantarse y tener objetivos claros. Ahora quiere ser la nueva Miss Universo para cambiar los parámetros de belleza y ayudar a otras personas a superar sus miedos y quererse.