Si bien estos dragones no vuelen ni escupan fuego, son igual de impactantes o peligrosos que los mitológicos.
Comen presas de hasta 80 por ciento de su peso y una vez que las tienen le inyectan anticoagulante con veneno en las heridas profundas para que se desangre.
"Tiene los dientes como arma principal y, si no mueres inmediatamente por un corte en tu arteria femoral, vas a sangrar hasta que te seques y te mueras", dijo Bryan Fry de la Universidad de Queensland en Brisbane (Australia).
Estos monstruos del mundo moderno son los dragones de Komodo (Varanus komedoensis) de Indonesia. Viven en las islas de Rinca, Gili Motang, Nusa Kode, Flores y Komodo.

Son los lagartos más grandes del mundo y se cree que son los últimos sobrevivientes de los lagartos gigantes que deambularon por Australia hace millones de años.
Las medidas de conservación han permitido que la población de dragones parezca haberse estabilizado en unos 3.000 animales. La especie, por ahora, parece a salvo de la extinción.
Sin embargo, el número de hembras que ponen huevos sigue siendo peligrosamente bajo, mientras hay otras amenazas contra esta especie, como el cambio climático.
El aumento en el nivel del mar podría traspasar los valles bajos de la costa que forman parte del hábitat de los dragones, mientras que los cambios en las lluvias podrían significar que los bosques ya no son lugares apropiados para los nidos donde nacen los bebés dragón.
