La casona de San Isidro, ubicada en la esquina de 25 de Mayo y Martín y Omar, donde el clan Puccio mantenía cautivas a sus víctimas en los '80, se transformó en un lugar de esparcimiento para jóvenes.
La casa estuvo vacía durante décadas hasta que hace tres años, Epifanía Calvo, la viuda de Arquímedes, la puso en alquiler.
Pasaron los años y hoy el aspecto de esa casa es otra. El portón está lleno de rectángulos de colores que intentan cambiar la imagen deprimente que tenía.
"La idea es darle otra onda, cambiar la mala energía", dijeron hace un año los nuevos inquilinos.
Lo cierto es que su dueña, Epifanía, sólo puso una condición para alquilar el inmueble: no se pueden sacar ni publicar fotos del interior, algo que en la era de las redes sociales es casi imposible.