Megan Barnard es de Estados Unidos y padece linfedema, un tipo de inflamación que está afectando a su pierna derecha. Desde la adolescencia, la joven lucha contra las burlas por tener una pierna más grande que la otra. Hasta llegó a pensar en el suicidio.
En la escuela fue víctima de bullying, donde llegaron a llamarla “michelín”. Eso hizo que perdiera confianza en sí misma y dejó de usar ropa ajustada o atuendos que mostraran sus piernas. Pero un día decidió hacer frente a su problema y calló a los que se reían de ella: ahora publica fotos en bikini, mostrándose orgullosa de su cuerpo. ¡Hermosa!
Megan contó cómo empezó su drama a Mirror: “Desperté una mañana con mi pie hinchado. Me dolía y no sabía qué hacer. Vi a muchos doctores y me dijeron que podría haberse dado en mi pubertad porque mis ganglios linfáticos no crecieron o quizá otra cosa. No sabían qué era. Finalmente me dijeron que era incurable y sentí que mi vida terminaba”.
Mientras, la joven de 24 años tiene que usar medias compresoras todos los días para aliviar el dolor. Y, por ahora, no puede operarse porque no cuenta con la cobertura de su seguro, que la considera una cirugía “estética”. Aunque está segura de que tarde o temprano se operará.