Ben Gulliver trabajaba en una peluquería, por la pandemia lo echaron y decidió armar su propio negocio durante el aislamiento en el garaje de la casa de sus padres, en Reino Unido.
Tiene apenas 20 años y no bajó los brazos, al contrario, decidió seguir su sueño de iniciar su propia empresa cuando fue despedido.
Al mes siguiente, con el cierre de los consultorios de dentistas debido al aislamiento obligatorio, comenzó a vender dispositivos de limpieza de dientes comprados en China. Así, ganó 16 mil dólares por día.
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Por lo que octubre vendió ese negocio a un inversionista estadounidense por una suma de cinco cifras, informa el diario The Sun.
Luego continuó comercializando productos, pero en esta oportunidad con equipos de gimnasio a través de Amazon.
De esta manera, Ben realizó ventas por 275 mil dólares en su mejor mes y durante otro, cambió acciones por valor de 140 mil dólares en apenas diez días.
Así generó un millón de dólares en solo 10 meses con solo una computadora portátil, teléfono e Internet a su disposición.
Gulliver realizaba este trabajo en el garaje de la casa de sus padres, pero a medida que su negocio fue creciendo, abrió una oficina.
Ben ahora pudo contratar a uno de sus amigos para el complejo servicio de atención al cliente, lo que le proporciona un "flujo estable de ingresos".
"Gané más de 1 millón de dólares hasta ahora, aunque en realidad son ingresos, no ganancias. pero estoy muy sorprendido", reconoce quien tiene clientes a nivel mundial, que van desde EE. UU., África hasta Asia.
Abandonó la escuela a los 16 años y no fue a la universidad, sino que comenzó a trabajar.