Muchas chicas no están conformes con su cuerpo y quieren parecerse a la muñeca con la que jugaron cuando eran niñas. Esa Barbie que se caracterizó siempre por ser rubia, de ojos celestes y flaca.
Este es el caso de Hanna Gregory (22) que vive en Inglaterra y dice no tener ninguna cirugía estética. Pero muchas personas dudan de su belleza extrema.
Para lograr eso, pasa tres horas por días para lograr imitar esta famosa muñeca y gasta mucho dinero en ropa y accesorios. Su piel parece de porcelana y su cuerpo pequeño con una cintura de 55 centímetros parece esculpido a mano. Ella vive para su cuerpo.
“Me siento feliz y linda como una muñeca”, confiesa la joven quien hace llamar “Lupokku” en su cuenta de Instagram. Sin embargo, asegura que le cuesta mucho conseguir citas y que las personas se burlan de ella.