Belgrano sigue aturdido por la grave lesión que sufrió Lucas Passerini en el empate ante Internacional en el Kempes por la Copa Sudamericana. Aunque desde el club no emitieron comunicado oficial al respecto, todo indica que se trata de una rotura de ligamentos de la rodilla derecha del goleador.
+ MIRÁ MÁS: Instituto perdió sorpresivamente con Talleres de Remedios de Escalada y quedó eliminado de la Copa Argentina
Un día después del lamentable suceso, el delantero publicó un sentido posteo en su cuenta de Instagram. “Gran esfuerzo de todos. Solamente agradecer, a todos por los mensajes, por las palabras de aliento y por el enorme cariño”, reza la primera parte del mensaje que compartió.
A un book de fotos del encuentro ante el elenco gaúcho le agregó: “Toca afrontar una dura lesión, y también toca acompañar desde este lado, desde afuera de la cancha, ese hermoso lugar donde uno siempre quiere estar. Volveremos, más fuerte seguro”.
En pocos minutos, el perfil del formoseño se llenó de comentarios de apoyo de hinchas, como así también de sus compañeros. Juan Barinaga, Santiago Longo, Ignacio Chicco, Francisco González Metilli, Ariel Rojas, Franco Jara e Ignacio Tapia fueron los primeros en dejar sus mensajes de aliento. Cabe recordar que Tapia sufrió una lesión similar a la de Passerini en marzo de 2023.
En cuanto a la inactividad del “Intendente del Gol”, estará fuera de las canchas en un tiempo estimado entre seis y ocho meses, de acuerdo a la gravedad de su cuadro. Es una ausencia de peso en Belgrano, teniendo en cuenta que marcó 16 goles en 29 partidos desde su llegada a Alberdi.
Cómo fue la jugada de la lesión
Se jugaban 31 minutos del complemento en el estadio Kempes cuando la pelota llovió al área y el delantero la aguantó de espaldas. En un momento, la pierna derecha quedó fija en el césped y la rodilla le giró levemente.
Las cámaras siguieron la jugada, pero el árbitro Kevin Ortega frenó el partido porque Passerini no se levantaba del piso. Los gestos de dolor se incrementaron y las alarmas se encendieron.
Los médicos del Celeste ingresaron al campo y ahí se supo que el problema era la rodilla. El delantero pidió el cambio de inmediato y dejó la cancha en camilla, tomándose la cabeza y llorando.