La preocupación era la moneda corriente en Talleres de Remedios de Escalada y en el fútbol de ascenso en torno al paradero de Brian Fernández, futbolista ofensivo del club de la Primera Nacional y hermano del Uvita, delantero de Belgrano.
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El santafesino, atravesado por un historial de problemas de adicciones, jugó cuatro partidos en el equipo albirrojo y, tras sufrir una pequeña lesión, empezó a ausentarse de los entrenamientos. Hace un mes que no se sabía sobre su paradero y diferentes medios se hicieron eco de la situación. No obstante, el delantero subió una historia para aclarar que se encontraba bien, “con su familia”.
“No estoy desaparecido. Estoy bien y con mi familia. Ya vi varias veces estas publicaciones y me genera molestia tener que salir a aclarar cosas que no ‘investigan’ antes de publicar su informe. Hablé bien con la gente del club y ellos también hablaron con mi familia. Gracias por la gente que se preocupa pero esta vez no es el caso de lo que todos piensan. Que no esté publicando mi día a día no quiere decir que estoy desaparecido, la vida va más allá de una red social”, publicó.
Una dura historia
Brian Fernández nació en el seno de una familia humilde de Santa Fe capital. Tiene nueve hermanos, de los cuales tres son futbolistas: Leandro juega en Universidad de Chile, Nicolás, alias “Uvita”, en Belgrano y Juan Cruz Villagra (apellido de la madre) en Villa San Carlos.
Lamentablemente, en 2012, Brian sufrió la pérdida de su hermano David, que se pegó un tiro después de sufrir un grave accidente en moto.
En 2015, cuando estaba en Racing de Avellaneda, se conoció su problema de adicción a las drogas. Fue suspendido tras un control que dio positivo de cocaína. Estuvo un año y medio sin jugar y pasó por el fútbol francés, chileno y mexicano. De ahí fue a Portland Timbers de Estados Unidos, pero sus inconductas reaparecieron.

En 2020 se sumó a Colón de Santa Fe. Fue cedido a Ferro, donde la “rompió”, pero faltó a los entrenamientos en el tramo final del campeonato y recaló en Deportivo Madryn. En el club del sur tuvo una recaída y fue internado en una clínica para tratar su problema.
Volvió al equipo de Caballito y en octubre de 2022 quedó hospitalizado por un cuadro de brote psicótico. Regresó al Sabalero y Néstor Gorosito le dio una nueva oportunidad tras asumir como entrenador, pero le bajó el pulgar tras ausentarse a las prácticas.
También estuvo en Deportivo Madryn, en el Morelia de México y en Almirante Brown, en donde el entrenador de aquel entonces, Daniel “Indio” Bazán Vera llegó a alojarlo en su casa para contenerlo. Su último equipo antes de Talleres de Escalada había sido el Coquimbo de Chile, del que se desvinculó apenas 14 días después de haber fichado.