La Selección no perdió pero las caras de los jugadores, al salir de la cancha, parecían de derrota. No era para menos. Argentina empató con Paraguay un partido que tenía ganado y que podría haber goleado, en su debut en la Copa América de Chile.
En el primer tiempo, el equipo de Gerardo Martino tuvo un altísimo rendimiento. Controló la pelota, presionó al rival y convirtió dos goles en cinco minutos. A los 30, un error del defensor Zamudio fue aprovechado por Sergio Agüero para abrir el marcador.
Poco después, un penal (que no fue) a Di María fue transformado en gol por Lionel Messi. No fueron las únicas chances. La Pulga, Di María y Pastore podrían haber ampliado el marcado pero la mala puntería y el arquero Silva no lo permitieron.
El segundo tiempo fue totalmente distinto. Argentina fue superada por Paraguay. Los laterales sufrían y las espaldas de Mascherano eran aprovechadas por los atacantes rivales. Sergio Romero salvó un par de ocasiones pero no pudo hacer nada con un disparo de Haedo Valdez al ángulo.
El descuento desordenó más a la Selección y los cambios de Martino, en lugar de beneficiar, perjudicaron al equipo. Con Tevez e Higuaín por Pastore y Agüero, se perdió generación de juego. Paraguay siguió presionando y, cerca del final, el argentino nacionalizado Lucas Barrios, logró un empate que fue celebrado como un triunfo por Ramón Díaz y sus jugadores.