En el mundo del deporte de pesas, causó conmoción la muerte de un atleta al que se le complicó una simple lesión. El fisicoculturista colombiano Rodolfo Torres Rojas había sufrido un desgarro en el tríceps derecho mientras entrenaba levantando pesas.
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Desde el 2016, el atleta de 31 años se encontraba residiendo en Rusia. El amor por Anna, una hermosa mujer europea, y las posibilidades de crecimiento profesional lo tentaron a cruzar el atlántico para cumplir los sueños.
Inhalaba aire en busca de fuerzas, exhalaba con toda su potencia, levantaba lingotes de pesas con una polea y los músculos se agrandaban y marcaban cada vez más. Todo iba de maravilla en el gimnasio con su rutina hasta que sintió un súbito dolor en el brazo.
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De inmediato se dirigió a una clínica de la ciudad de Perm. Como el diagnóstico fue sobre un derrame sanguíneo interno, los médicos hicieron un drenaje, vendaron la herida y lo mandaron a la casa con una receta de antibióticos. Así fue el relato de Rodolfo Torres, el consternado papá del deportista.
Pero lo que parecía simple terminó siendo complejo. Pasados cinco días, la presencia de fiebre y el dolor obligaron a realizar una internación de control. Pero el cuadro continuó agravándose hasta llegar a una septicemia generalizada. Después de un mes de coma inducido en terapia intensiva, Torres Rojas falleció, dejando a su esposa sola con un pequeño de cuatro años.
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"Creemos que durante el procedimiento ambulatorio para aliviar este leve daño en su cuerpo, mi hijo contrajo una bacteria, que sumada a una serie de negligencias médicas le produjeron la muerte", aseguró su padre.
La mamá quiere repatriar el cuerpo pero dijo que no está en condiciones económicas para poder hacerlo. Por ello, ha iniciado una campaña de recolección de fondos. “El dolor es muy grande, pero él está ahora en manos de Dios y lo único que pido es poder darle sepultura acá en Colombia", señaló la madre María Eugenia Rojas.