Osama Abdul Moshen se hizo conocido luego de que una periodista lo empujara con su hijo, cuando huían de la policía en la frontera entre Serbia y Hungría. El hecho provocó repudio mundial.
Después de aquel drama del que fue protagonista, el hombre atraviesa otro hecho doloroso. El refugiado sirio trabajó como entrenador de fútbol en España, pero ahora no le renovaron el contrato.
Desde la Escuela de Entrenadores de Fútbol informaron que la decisión se debió a su “dificultad” para el aprendizaje del idioma, lo que le impedía una correcta realización de sus funciones.
El presidente de la institución aseguró que su empresa no quiso hacer ningún uso público de su imagen y dejó abierta la puerta a un futuro contrato.