La gran caravana mundialista que reunió alrededor de 5 millones de hinchas en las calles de Buenos Aires este martes para festejar el título de la Scaloneta en el Mundial de Qatar dejó destrozos en la capital.
Aunque la alegría de los argentinos fue total en el microcentro porteño hubo momentos de destrozos y descontrol. El Obelisco, el punto de encuentro para festejos de este tipo y por donde estaba previsto que pase el plantel, fue blanco de vandalismo otra vez. Ya lo había sido el domingo tras la obtención de la Copa.
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Un grupo de hinchas rompió la puerta del monumento, subió hasta lo más alto y se asomó por las pequeñas ventanas que tiene en la punta. Bomberos ascendieron rápidamente para controlar la situación.
“Se les solicitó que descendieran y momentos después se retiraron en orden y pacíficamente”, informaron desde la Policía porteña. Debieron hacer una cadena de luminarias para que bajen sin riesgos.
Medida
Ante los ataques que sufrió el Obelisco y por el temor a que sigan ocurriendo, la Ciudad decidió cortar la escalera una vez terminada la evacuación de los hinchas. “Se realizó el corte parcial de la escalera haciendo un anclaje de la entrada al primer descanso para evitar el acceso del público”, explicaron. Además, soldaron la puerta de acceso.
Camión
En medio de los festejos, un camión se abrió paso por la avenida 25 de Mayo. Atravesados por la euforia, los simpatizantes se subieron en el acoplado y continuaron los festejos desde el vehículo.