Las primeras horas de la flamante Superliga de Europa fueron muy convulsionadas. Desde el domingo a la noche se escucharon críticas y voces en contra de todas partes del planeta.
Exfutbolistas, entrenadores, dirigentes e hinchas hicieron escuchar su descontento por la creación de una liga que reuniría solo a los clubes poderosos de Europa.
La FIFA no se demoró en condenar la idea y anticipó que sancionarían a todos los que participen del torneo y salgan de la estructura del ente que rige el fútbol a nivel mundial.
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Para los clubes implicados prometieron sanciones económicas y hasta la desafiliación de sus ligas de origen. Para los jugadores que participen de la Superliga, la FIFA anticipó que no les permitirá representar a su país ni tampoco participar de la Copa del Mundo ni otro torneo continental.
La primera baja
El Manchester City era uno de los clubes fundadores de la Superliga Europea. Junto a los ingleses Manchester United, Chelsea, Liverpool, Arsenal y Tottenham, los italianos Juventus, Inter y Milan, y los españoles Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid serían los organizadores del torneo y tendrían garantizada su participación todos los años.
Sin embargo, a dos días de su creación, el conjunto inglés fue el primero en anunciar que se baja de la competición. En un comunicado en su página oficial, el equipo de Manchester confirmó: “El Manchester City Footbal Club puede confirmar que ha promulgado los procedimientos para retirarse del grupo que desarrolla planes para una Superliga europea”.
Minutos después, el resto de los clubes ingleseses se plegaron a la decisión y uno por uno fueron pegando el portazo al torneo de potencias. Durante la tarde del martes fueron renunciando el Liverpool, Arsenal, Tottenham y el Manchester United.El único inglés que todavía no se fue de la competencia es Chelsea, pero se descuenta que siga el mismo camino que sus compañeros de liga.
Minutos antes el presidente de Barcelona, Joan Laporta, relativizó la participación del club en la Superliga y dijo que la ultima palabra la tienen los socios de la institución.
Según confirmó la prensa española el dirigente hizo incluir una cláusula en el contrato según la cual el club podrá abandonar el proyecto si los socios votan en contra de su participación.
Protestas en las calles
Los hinchas de Chelsea se organizaron y este martes protestaron en la puerta del estadio. Antes del partido de su equipo con el Brighton por la Premier League, los simpatizantes hicieron una sentada e impidieron el avance del colectivo que trasladaba a los jugadores.
Con carteles y cantos, los hinchas protestaron en contra de la decisión del club de sumarse a este nuevo proyecto que va en desmedro de las instituciones más pequeñas.
Con todas estas manifestaciones en en sólo dos días y la renuncia de los clubes ingleses, los dirigentes de los clubes poderosos de Europa deberán decidir si siguen adelante con la Superliga o archivan el proyecto para màs adelante.